12.12.08

Ramón Fanelli

A MAXIMILIANO COSTEQUI Y DARÍO SANTILLÁN

Yace tendida en el mármol
su sombra de almendra
las alas sin fuerza,
un remiendo de luces
sus ojos
recordando quizás
el silencio de verse tan lejos.
Y ahora sus brazos
sin tempestad
impunes contra su pecho
al no sentir la arrogancia,

caídos del viento.

La paloma duerme.

Como un latido en su corazón
entró la bala de piedra
recorrió la carne
golpeando el cuerpo
buscando el sonido de los tambores
para unirse a la locura
de alas, de inmensidad
un insecto contra el cielo
¡todo cae!

La palabra ha muerto.



Ramón Fanelli (1955). Poeta y psicólogo nacido en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Lleva adelante por FM 89.3 Radio Gráfica (una fábrica recuperada por sus trabajadores) el programa "Tierra de poesía". Su sitio güeb paginadepoesia.com.ar -boletín semanal de la actividad poética que se desarrolla en el país-, es considerada una de las más completas producidas en este ámbito."A palo y espada se van conformando los textos que componen su obra poética", apunta un crítico acerca de su trabajo creativo. Libros editados: "Tocador de realidades" y "Entrejuegos".

9.12.08

Nora Alicia Perusin

MÉXICO 8 DE AGOSTO DE 1960, (EN TREN, DE REGRESO)

"...mi pensamiento gira como el crepúsculo
en torno a ti."

Dejo atrás una aventura inédita,
junto a Raúl de La Habana a Santiago
nos rodeó una tormenta entre el cielo y la máquina.
Al fin llegamos,
abajo
nos sumamos al desfile
negros blancos mestizos nosotros ellos
todos bajo un sol inaguantable
hicimos el trayecto a la Sierra Maestra,
el vértigo nos haría iguales a cada paso.

Cantamos algunos tangos, bebimos cerveza
y hablamos de la revolución.

Las colinas configuran un ancho círculo
donde aguarda el día a cielo abierto
entre el barullo de fogatas, tiendas de campaña,
camiones gastados por el polvo
árboles.
Dormimos como ángeles al reparo de la noche.
Al amanecer hallamos un estero de aguas transparentes

y nadamos un rato.

No es la tierra de los desesperados la que piso
no es la tierra triste
es la tierra de este siglo.
Aquí en la Sierra Maestra hay otros.


Nora Alicia Perusin (1955). Poeta nacida en Buenos Aires, donde reside. Participó en el taller literario "Mario Jorge de Lellis". Con Sergio Kisielewsky, Juano Villafañe y Leonor García Hernando, entre otros, dieron vida a la revista "Mascaró" (1985-1988). "En sus obras los paisajes y la vida social se mezclan con lo cotidiano, en un lenguaje poético, rico en recursos, viajamos desde los soles oblicuos de Leningrado hasta las penumbras de un patio porteño del siglo XX donde todavía se escuchaban los tranvías y transitan los temas que importan: la poesía, el amor, la soledad, la muerte, la lucha social, los desencuentros y los encuentros", anota un comentarista en el blog valknutr. Poemarios editados: "Acerca de nosotros", "Los soles oblicuos" y "La distancia es esa frontera que se mueve".

3.12.08

Julio Federik

MEMORIA

Ni olvido ni perdón. Estoy seguro.
Quiero tener latiendo en la memoria
esta luz de verdad obligatoria
para poder soñar con el futuro.

Ni olvido ni perdón, ni el claroscuro
de aquella complacencia transitoria
que el miedo nos dejó con su victoria
para quebrar al corazón más puro.

Ni olvido ni perdón, el pueblo reza
una oración que busca su grandeza
y el Nunca Más se exalta como un grito.

Nadie mejor que vos para soltarlo
si algún canalla quiere sepultarlo
bajo un manto de olvido o de granito.



Julio Federik (1949). Poeta, escritor y docente universitario nacido en Paraná, provincia de Entre Ríos, donde reside. Abogado, fue Convencional Constituyente en la reforma de la Constitución provincial. Su actuación en el campo del derecho penal convivió siempre con la poesía. Como prosista es autor de "Enero en el campo". "En todos sus poemarios mantuvo algunos temas inalterables: los valores que estima insoslayables, la fidelidad a su lugar, el mundo de la intimidad familiar, el 'fervor por la patria', como titula uno de sus sonetos", apunta Silvia Rodríguez Paz. Publicó los libros de versos:: "Ésta es mi sangre", "Mi lugar" y "Más que tus labios".

Gloria Montoya

EL CIELO SE TRAGÓ LAS ESTRELLAS

caminaron con el corazón apretado entre los dientes

no era el temor de los cobardes
ni la audacia de los ciegos

el cielo estaba tenso
con todas las estrellas apretadas
en una boca amarga

caminaron mordiendo los latidos del corazón
-los sueños infantiles
jugando a las escondidas
detrás de las burbujas del miedo-
con toda la ansiedad de una juventud defraudada
y la fuerza de generaciones hecha hueso

los esperaba
un látigo de fuego
lenguas de odio masticado
y maloliente
en un reiterado desencuentro de siglos

los cabellos
donde el sol era un trigal de sueños
barrieron las calles
el cielo se tragó las estrellas

botas y sables
pisotearon las futuras
reconstrucciones

un hilo de sangre
siguió el recorrido de los hospitales

América
en tu tobillo
se enciende una pulsera de volcanes
se reinicia el cortejo de la muerte
para reconquistar la vida.



Gloria Montoya (1935-1996). Poeta, narradora, artista plástica y docente nacida en Paraná, provincia de Entre Ríos, donde falleció. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes "Ernesto de la Cárcova". "De sensibilidad exquisita, tras haber transitado muchísimas rutas como pintora y dibujante, sin abandonar ese campo comenzó a darse a conocer en el terreno de las letras. En sus poemas está también el color y están –siempre– el río como lugar de referencia; la luna, compañera de paisaje. Su poesía alude a la injusticia social, al hecho que le duele porque lo sabe tropelía, casi con pudor, delicadamente, con tonos pasteles se diría…", dice de ella Silvia Rodríguez Paz. Libros de poemas: "Adios a las ciudades y otros poemas", "El cielo se tragó las estrellas", "Tierra América" e "Historias traspapeladas".

Joaquín Enrique Areta

QUISIERA QUE ME RECUERDEN

Quisiera que me recuerden
sin llorar, ni lamentarme,
quisiera que me recuerden
por haber hecho caminos
por haber marcado un rumbo
porque emocioné su alma,
porque se sintieron queridos
protegidos y ayudados.
Porque nunca los dejé solos
porque interpreté sus ansias
porque canalicé su amor.
Quisiera que me recuerden
junto a la risa de los felices
la seguridad de los justos,
el sufrimiento de los humildes.
Quisiera que me recuerden
con piedad por mis errores,
con comprensión por mis debilidades
con cariño por mis virtudes.
Si no es así prefiero el olvido.
Que será el más duro castigo
por no cumplir mi deber de hombre.



Joaquín Enrique Areta (1955-¿1978?). Poeta nacido en Monte Caseros, provincia de Corrientes; secuestrado y desaparecido en Villa Martelli, provincia de Buenos Aires. Estudió en el Instituto de Formación Docente (IFD) "Dr. Ramón J. Carcano" de su ciudad natal. Militó en la Unión de Estudiantes Secundarios, y en la ciudad de La Plata en la JUP (Juventud Universitaria Peronista) de la facultad de Medicina. Posteriormente revistó en Montoneros. Los trabajos que conocemos de Areta pertenecen todos a su época de militancia; ellos contienen una férrea voluntad por acercar un tiempo mejor, pero a su vez encierran en su mensaje todo el dolor implícito en las palabras que el poeta estima finales, por si la suerte le fuera adversa. No dejó libro de poesía editado.

Alfredo Torres Becerro

EXPRESIÓN DE DESEO

Mientras se aspira a más
y el aire es aire
y tiene agüita de vivir el tiempo

yo le tiendo una mano a la paciencia
a los que ansían la canción
jugándose

porque no cantan como ayer los pájaros
y el amor no da luz
pero es posible
inventar un violín con la palabra

hay que contrarrestar de lo sombrío
lo que no huele bien
también yo espero que un fuego
limpie el mundo de alimañas

para que el pan sea racimo unánime
en la boca de todos los que sueñan.



Alfredo Torres Becerro. Poeta nacido en Rufino, provincia de Santa Fe. Es también artista plástico y cantor. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes "Prilidiano Pueyrredón".Es asesor artístico cultural de ECA (Espacio de Cultura y Arte). En 2007, su poesía "Mi casa de palabras: el poema", obtuvo el Primer Premio APOA (Asociación de Poetas Argentinos). Es la suya una palabra nítida, sin aristas de sombras, donde sólo cabe la claridad expresiva para hacer llegar su mensaje, que logra con acierto. Poemario editado: "Greda de alucinados pájaros".

1.12.08

Julio Emilio Martin

EL GRITO DE ESTE TIEMPO

Se me cierran los párpados
y así es cuando veo
lo que vive en tinieblas
y acecha en el silencio.

Es el grito salvaje
de este tiempo,
es un batir de alas
previo al vuelo.

La palabra no dicha,
herida o censurada,
es el lugar de origen
y de llegada.

Detrás de la inocencia
de rosa maquillada
urgen voces de calle,
de puertas y ventanas...

que comienzan a abrirse
y a reencontrarse,
derrumbando los muros
que ayer nos lapidaban.

Un bullir en las venas,
un volver a estar vivo,
un caerse de máscaras,
un ansia declarada.

De rescatar la historia
que nos fue arrebatada,
para escribirla en serio
con todas las palabras...

Y lograr que sean nuestros
el trabajo y el fruto,
la sonrisa del hijo,
el amor y el cielo,
y tener para siempre
los párpados abiertos.


Julio Emilio Martin (1952). Poeta nacido en Buenos Aires, donde reside. Cursó estudios en la Escuela Técnica Otto Krause. Fue colaborador de "Prensa Obrera", órgano del PO, donde militó activamente. Tres de sus composiciones ("De cielo abierto", "Despertango" y el poema aquí transcripto) fueron musicalizadas por Javier González e interpretadas por Patricia Barone en los CD "Amasando otra historia" y "Despertango". Su poesía, enfocada esencialmente hacia la cancionística, rescata la cuarteta como forma expresiva, mediante la cual manifiesta su decir solidario. No tiene libro de poesía editado.

29.11.08

José María Pallaoro

PRIMAVERA DEL '76

Y yo no cambio por nada mi día de la primavera de 1976. La verdad que no. Y no me importa. Aunque puedan aparecer fotos amarillentas que corroboren lo contrario.
Yo estuve donde tenía que estar. Tratando de ser sincero. Tratando de no mentirme.
¿Te acordás? Preparamos los bolsos y la canasta con fruta, sangüchitos, la Seven-Up, el termo, galletitas y mate, la yerba, el mantel y repasadores, el destapador, los cigarrillos y los fósforos. Y nos fuimos. Para El Rincón, nos fuimos.
Recuerdo vagamente el viaje en el 503. Pero sí la larga caminata por la calle que zigzagueaba como viborita, allá, mucho más lejos del cañaveral, lejos, lejos, lejos del mundo.
"¿Dónde me trajiste", decías vos. Y nos reíamos y nos peleábamos y caminábamos para allá, lejos, lejos... No importa ya si no fue así. Importa cómo evoco ese día hoy.
Llegamos cansados. Y nos sentamos apoyando nuestras espaldas contra un árbol. (¿Casuarina? ¿Eucalipto? ¿Espinillo?) Y fumamos. Y vos hablabas y hablabas. "Nunca podés dejar de hablar", te decía. Yo te decía eso. Yo, que me encantaba escucharte, te decía, así, serio, te lo decía, y me reía por dentro.
El sol aparecía por momentos. El sol estaba. No necesitábamos sentirlo. Estaba. En nosotros estaba.
Encontramos un piso de baldositas verdes. Sólo el piso. Seguramente donde antes hubo paredes y ventanas, un cuarto y una cocina, quedaba eso, un piso irregular de baldositas verdes. Lo barrimos con una rama del árbol (¿Casuarina, eucalipto…?) y con los pies y con las manos.
"¿Dónde me trajiste?", repetías riendo y espantando los mosquitos, imaginarios o no, y sacudiendo con las manos el polvo del vaquero. Extendimos el mantel en el piso. "¿Querés mirar el cielo?"
Y ahora nuestras espaldas se apoyaban en el piso verde y nos tomamos de la mano y miramos el cielo y las nubes del cielo que el viento llevaba lejos, lejos, lejos.
Y ya no hablabas. Y yo te escuchaba. Y todo era silencio y palabra (ahora que ya sé que el silencio es el mejor compañero de las palabras).
Por eso escribo, por eso intento escribir.
¿Sabés? Años después, no sé si en otra primavera, estaba tirado en el pasto del jardín de mis viejos, otra vez, mirando el cielo (¿otro cielo?) y las nubes que el viento llevaba lejos, lejos y escribí, le escribí a esas nubes que pasaban, que se iban, que no sé si serían las mismas nubes, y me vi, en otros días, en otros parques y plazas de sueños colectivos, tirado en el pasto mirando el cielo y las nubes, pensando en un hermoso día de primavera de 1976, lejos, lejos, lejos del dolor y los peligros del mundo.


José María Pallaoro (1959). Poeta y escritor nacido en La Plata; reside en City Bell. Cursó estudios de Castellano, Literatura y Latín. Como difusor cultural de poesía, música y literatura realizó en diferentes FM los programas: "La máquina del tiempo", "En la vereda del sol", "Mariposas de madera" y "La talita". Dirige la revista de poesía "El Espiniyo" y edita los Libros de la Talita Dorada. Dice Jorge Isaías acerca de "Son dos los que danzan": "Irina Bogdaschevski certeramente consigna sobre la sensibilidad excesiva con respecto a la vida, al amor, a la muerte. Condición ineludible para no ser un mero escribidor de versos, de los que hoy abundan. Condición de poeta, que Pallaoro cumple con creces, como ya lo había demostrado en su libro anterior "Pájaros cubiertos de ceniza". Otros poemarios editados: "El viaje circular" y "Poemas anteriores".

14.11.08

Stella Maris Taboro

CHACALES

Esperaron que caiga el sol,
que la negra noche de sus almas
se confunda con la oscuridad
y arrastraron su tanques en Gaza.
Arrasan con la vida,
siembran viñedos
con uvas de sangre,
depositan una herencia a sus hijos
en un arca de violencia y horror.
Nadie poderoso los detiene,
aplauden los ambiciosos de poder,
olvidaron el "ama al prójimo como a ti mismo"
pero siguen orando,
hablan de Dios,
y actúan como demonios
contra las Mezquitas
contra la sagrada vida.
Tanta saña,
tanto odio,
ejemplos de hierro
a sus hijos,
beberán sangre en sus copas,
soñarán con la roja sangre,
su conciencia se teñirá
con el rojo que regaron.

Stella Maris Taboro (1949). Poeta y escritora nacida en Rafaela, provincia de Santa Fe; reside en San Jorge, ciudad de la misma provincia. Es profesora de Historia y maestra normal. Como narradora se ha abocado a la literatura infantil: "Cuentos para Milagros" es una muestra de este quehacer.La suya es poesía de extrema sencillez, que no busca impactar con imágenes desmesuradas; por el contrario: con palabra llana, despojada, permanece atenta, lúcida, a los vaivenes de su época. Publicó entre otros libros de poesías: "Sonidos de luces y sombras" y "La historia en poemas".

Ernesto Pierro

EL POETA RENACIÓ AL AMANECER
(A Raúl González Tuñón)

Renació a los 100 años siendo el mismo
que vio brillar el sol de París
por el agujero de una media.
Renació a los 100 años. El olvido
no lo había alcanzado.
Renació a los 100 años con una estrella viva
palpitando en su pecho
y un pájaro en el hombro.

Traía un sueño eterno de hombres liberados
de yugos y cadenas.
Traía una serena mirada que anhelaba
el techo del crepúsculo
y el gris de la aurora.

Volvió por el llamado de un pueblo de gorriones
aleteando poemas.
A buscar a las muchachas que salen por el alba
a iluminar el día.
A encontrar los otoños en las viejas plazas
donde piensa la tarde.
A indagar la noche febril de algún gris
bodegón de arrabales.
A sentir a Carriego
otra vez por sus calles.

Renació a los 100 años siendo el mismo
que gritara sufriendo Madrid: ¡que no pasen!

Saludaron su vuelta los fantasmas del barrio:
los roncos organitos
y el pálido tranvía que viajó hacia la nada
del más ilustre río de la patria;
las calesitas de esquinas y baldíos,
sortija y piberío;
los carnavales, los cafés,
y las calles sin nombre que ahuyentan a la muerte;
las rejas y los empedrados;
las milongas con calor de patio
-esos patios de rosas y glicinas,
madreselvas y tangos-.

Saludaron su vuelta los rincones bohemios
de Florida y Boedo.
Y los tramoyistas y las desnudistas
de alegres salones cercanos al puerto
que ofrecen ranuras que por veinte guitas
liberan al alma de toda atadura.

Renació a los 100 años con esa ternura
de niño dormido
con la que había vivido.
Renació a los 100 años siendo el mismo
que regresaba siempre
desafiando al Futuro.
Siendo el mismo que regresará siempre
desafiando al Pasado
y a cualquier presente.
Renació a los 100 años siendo él mismo.
A mostrar que un poema puede cambiar el mundo.


Ernesto Pierro (1951). Poeta y prosista nacido en Buenos Aires, donde reside. Cursó estudios –que quedaron inconclusos- de Comunicación en la UBA y en el profesorado de Historia. Su obra poética se alinea dentro de la creación tanguística; varios galardones enmarcan esta trayectoria: un primer premio en Cosquín y un segundo del Certamen SADAIC. Fue cofundador del movimiento Autoconvocados por el Tango y cofundador y presidente de Letrango. Colabora en la revista "Buenos Aires tango y lo demás". Dice Héctor Negro, refiriéndose a sus trabajos: “[Letras] pobladas de poesía auténtica y actual... rescatando las raíces más legítimas de la mejor poesía del tango de siempre, pero desde su condición de creador comprometido con su tiempo, su gente..." Ha publicado el libro de poesías: "Paisajes del Sur".

6.11.08

Ana María Ponce

* * *
Quiero saber cómo se ve el mundo,
me olvidé de su forma,
de su insaciable boca,
de sus destructoras manos,
me olvidé de la noche y del día,
me olvidé de las calles recorridas.
Quiero saber cómo es el mundo,
no recuerdo los rostros,
ni los árboles, ni las luces,
ni las fábricas, ni las plazas,
ni el dolor de afuera,
ni la risa de entonces.
Quiero saber cómo se ve el mundo,
hace tanto que no estoy,
hace tanto que mis pies
no se cansan por los recorridos,
hace tanto que mis ojos
no se queman con la luz,
hace tanto que sueño
la inasible situación de
la libertad,
hace tanto, pero tanto,
que no tengo mi natural alimento,
de vida, de amor, de presente,
y estoy, a pesar de todo esto,
a pesar de no creerlo,
estoy juntando unas palabras,
unas infieles palabras,
que me dejen recordar
cómo podría verse el mundo...


Ana María Ponce (1952 -¿1978?). Poeta nacida en la provincia de San Luis; desaparecida en Bueno Aires. Estudió en la Escuela Normal de su provincia natal, y en la Universidad Nacional de La Plata cursó Historia y Literatura en la Facultad de Humanidades. Militó en la JP y en la Federación Universitaria de la Revolución Nacional. Detenida en 1977 por fuerzas de la Marina es trasladada a la ESMA. Sus poemas, escritos en cautiverio, se conocen porque la poeta los había entregado a una compañera de detención, sobreviviente de este centro de exterminio. Su verso es llano, de metáfora precisa, como si se pudiera palpar, donde en medio de la angustia que trasuntan, siempre permanece -y pone en valor- la esperanza de la libertad como máxima aspiración humana. Algunas de sus poesías fueron publicadas en "Palabra viva"; hay un poemario editado en 2004 que recoge toda su producción pero desconocemos su título.

2.11.08

Enrique Courau

ERNESTO "CHE" GUEVARA

Partiendo tiernamente de las brújulas humosas,
del canto derramado,
de la exactitud del trigo,
de la liberada humedad de la rosa,
del ronco desdoble de la pólvora nos recorre,
con la adulta altura del árbol,
tu amado gesto vertical,
tu potencia madura que siembra
las rocas de la espiga.

Tu bota inaugural de almenado trueno
construye junto a la enrojecida cúspide
la astilla sonora del diamante,
la espada temible y noctámbula de la sangre
que no conoce perdón y despierta encendiéndose.

Que sea esta la fecha de combativo párpado
en que abramos la puerta de la luz inconmovible,
que repartamos el cristalino aliento de la esmeralda,
con la sílaba rápida del rayo,
con el puño armado de plomo,
con el acero indivisible de tu nombre.


Enrique Courau (circa 1943-¿1976?). Poeta nacido en Buenos Aires y desaparecido en la misma ciudad. Integró la revista "Barrilete" que dirigía Roberto Jorge Santoro, y participó de los "Informes" que esta publicación daba a conocer cuando un acontecimiento importante lo ameritaba; así Courau integra con un poema la entrega del "Informe sobre Santo Domingo". También figuran trabajos de su autoría en el libro colectivo "El camino del pueblo". Poeta de impronta duramente sesentista, no fue seducido por los temas fáciles y volátiles. Su única plaqueta editada es: "Al paredón".

30.10.08

Mario Enrique Galli

A LA LIBERACIÓN

Cuando tú respiras el mismo aire que yo,
parece embebido de una dulce melodía,
de luz, de viento, de río y sol,
de las aves que trinan al rayar el día.

Cuando tú me acaricias con tu piel
de luna, de aire, de tierra y sal,
celosean las abejas de tu miel
y las lluvias también de tu cristal.

Cuando tú me abrazas y yo te abrazo,
siento un remolino, una turbulencia,
me elevo por la América, y un remanso
me explica la razón de mi existencia.

Cuando tú me besas con tus besos,
haces brotar las flores de mi tierra,
me hermanas con el indio y el mestizo,
y me arrastras con mi pueblo hacia la guerra.

Cuando tú me quieres y yo también te quiero,
queremos al hombre, que es también hermano,
y reluciente veo en tus ojos el lucero
que ilumina nuestro suelo americano.

Si tú vives, yo vivo... y vivimos,
tu alma y la mía al unísono vibran;
lo que sientes, siento... y sentimos.
Tus labios y los míos cuando gritan,
es sólo por un único latido:
la luz de nuestra unión
y de la América, su símbolo.



Mario Enrique Galli (1952-¿1977?). Poeta nacido en Rosario, provincia de Santa Fe. Desaparecido en Buenos Aires. En 1972, siendo guardiamarina, participó en la sublevación, junto a otros camaradas, contra el plan de torturas a los detenidos en la ESMA, emitido por sus superiores. Debido a esto fue encarcelado, recuperando su libertad un año después y dado de baja en la Marina. Posteriormente militó en Montoneros. Junto a Rodolfo Walsh colaboró en "Ancla".Su poesía, ajustada a los cánones clásicos, trasmite en la trasparencia de su verso un aire fresco de libertad y una inclaudicable vocación de futuro. No dejó libro de poesía editado.

Gustavo Caso Rosendi

CON LOS OJOS BIEN ABIERTOS

Cuando uno está por matar
es cuando más quiere la vida

Se corre se saltan cuerpos
mientras se escucha:
¡Oh! ¡Dios! ¡Ah!
como cuando se hace el amor

Corremos vaya a saber
por qué para qué para dónde
(gritos de parto gritos que parten
hacia el silencio absoluto)
y corremos como la sangre
hacia la oscuridad
sin cordón umbilical
huyendo de las vinchucas rojas
que buscan picarnos la frente

Cuando uno está por matar
puede llegar a hacerlo
o elegir esquivar el silbido
y alejarse a la orden de repliegue
o simplemente morir

Adiós soldados adiós
Ya no se debe mirar hacia atrás
Pero se mira

Gustavo Caso Rosendi (1962). Poeta nacido en Esquel, provincia de Chubut. Es ciudadano ilustre de la ciudad de La Plata –donde reside- por su participación como soldado en la guerra de Malvinas. Recibió la Faja de Honor de la Sociedad de Escritores de la provincia de Buenos Aires (1985-1986). Su obra figura en la antología "El viento también recuerda" junto a otros trabajos de excombatientes e integra el libro conjunto de poetas platenses: "Poesía 36 autores". "Malvinas no fue un tema que Gustavo abordara en sus comienzos como poeta.[...]. Probablemente, el poeta ya intuía que no se escribe con el dolor, sino con el recuerdo del mismo. Ese dejar decantar el tema, esa distancia en el tiempo hasta llegar a "Soldados", le permitió transformar un hecho doloroso en un hecho estético, para decirnos que, tal vez, se escriba porque se ha perdido una experiencia inefable, y al escribirla se realiza una experiencia del lenguaje", dice Martín Raninqueo en el prólogo de "Soldados". Otros de sus poemarios: "Elegía común" y "Bufón fúnebre".

27.10.08

Mónica Morán

ÁNGEL PATRIOTA

-por qué te ha dejado la barba?
-porque soy un patriota
-por qué te has puesto un moño de color en las alas?
-porque quiero la independencia
-por qué tienes un fusil?
-porque amo a mi gente

así era ángel patriota;
había dejado su familia, sus sembrados,
su nube rosada del mar al mediodía,
los juegos con las estrellas,
los paseos con las gaviotas,
y dedicó su tiempo y su cuerpo
a la patria que quería

-por qué te han dejado sin flores?
-porque no soy importante
-por qué apagaron de golpe el fuego de tus alas?
-porque tienen miedo de la luz
-por qué te mataron por la espalda?
-porque la verdad es peligrosa
-por qué no te fuiste triste?
-porque somos muchos los patriotas


Mónica Morán (¿1949? -1976). Poeta, cuentista y educadora nacida en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.También titiritera. Perteneció al elenco del teatro "Alianza". Fue secuestrada durante un ensayo en el teatro "La Ranchería". En junio de 1976 se dijo que había sido abatida en un enfrentamiento armado. Algunas de sus poesías se valen deliberadamente de las forma didascálicas para hacer más directa su comunicación. No dejó libro de poemas editado.

24.10.08

Rubén Vedovaldi

EN LA FERIA DE LOS POETAS

Hay poetas de un día y de valía.
Sin pena otros amagan y sin gloria;
escribas del montón que la memoria
confunde por su espuma imitativa.

Hay poetizas de fuste y poetastros,
astros del gran Parnaso y marionetas.
poetas de galera y guantes blancos
y musas del sombrero a la violeta.

Todos intentan aumentar su gloria,
lustrar su coronita y trepar alto
para morder mejor la zanahoria.

No importa la estatura del talento
ni los cuentos del bronce ni la escoria.
Lo mismo da cantar luna que nabo.

Lucen la majestad regia del pavo.
su pluma mueven conforme la escena.
La moda los maneja como a esclavos.

Poesía es sentir hondo y pensar alto,
no escribir versos como pasatiempo;

hablar claro y obrar con fundamento
o a las palabras se las lleva el viento.



Rubén Vedovaldi (1951). Poeta nacido en Rosario, provincia de Santa Fe, reside en Capitán Bermúdez. Colaborador de "Rosario/12", fue coordinador del Taller de Escritura Palavra Livre (1987-2005). Es un destacado difusor de poesía argentina en micros radiales. Su obra figura en varias antologías del país y del exterior. Fiel a su arte poética, de la que este poema es carta de presentación, su decir no transige con eufemismos, manierismos, ni con la retórica de la palabra oscura. Publicó entre otros poemarios: "Problemas para quedar mal con dios y con el diablo".

22.10.08

Luis Fabbri

LLAMADO DE ADENTRO

Llamado de adentro,
grito de charco,
un montón de dolores ancestrales
que te estallan más allá de la garganta.

Llamado de solo,
grito de espanto,
un montón de antiguos rencores
que te provocan más acá de la injusticia.

Llamado de buscar,
grito de querer,
un montón de manos que dibujan direcciones
que te llevan más adentro de los todos.

Llamado de señal,
grito de poder,
un montón de pechos que se juntan
que te aprietan más o menos al centro del clamor.

Llamado de lucha,
grito de guerra,
un montón de fusiles que se encrespan,
que te llevan de golpe a la revuelta.


Luis Fabbri (¿? - ¿1977?). Poeta, periodista y ensayista. Dirigente sindical, fue director del periódico "Respuesta". Se lo vio por última vez en el centro clandestino de detención conocido como El Vesubio, de donde desapareció. Como ensayista, publicó "Malatesta, su vida y su pensamiento", trabajo acerca del famoso pensador anarquista. Su poesía, llana, expresiva, refractaria a toda retórica, se vale de un crescendo emocional para transmitir su mensaje. No dejó libro de poesía editado.

8.10.08

Ricardo Maldonado

MÍTICOS LINYERAS

Antes tomaban el tren en la curva, tenían la visera ardida de sudores.

Antes administraban un limitadísimo plan de fuego, lo llevaban en calderas.

Cruzaban entonces como ánimas los campos alambrados, Musingas furtivos, se vestían con plumas de martinetas y apoyaban sus errantes cabezas en madrigueras de loma y espartillo.

Antes los linyeras apagaban a bolsazos lo que hoy es tan difícil de encender.



Ricardo Maldonado (1958). Poeta, autor de canciones, periodista y educador nacido en General. Galarza, provincia de Entre Ríos; reside en Paraná. Es director y editor de la revista cultural "El tren zonal" y dirige las Ediciones del Clé.Ha realizado trabajos de recopilaciones folclóricas del cancionero anónimo entrerriano.Asimismo escribió textos acerca de análisis y creación literaria. Como compositor es autor de más de 80 composiciones de raíz folkórica. En 2007 su poema "Mansa Tuca" lo hizo acreedor al Premio "Fray Mocho", sección Poesía, máximo galardón literario que otorga el gobierno de su provincia. "[Autor] consustanciado con la historia, con el quehacer periodístico y con las bellas artes de esta provincia, que consolida su trabajo literario iniciado en General Galarza, que tuvo continuidad en la provincia de Misiones y que actualmente lleva adelante en la capital provincial", dijo Roberto Romani. Otros poemarios: "La memoria impresionada", "Las palomas de la tierra", "Solar sostenido", "Canción o barbarie".

7.10.08

Juan Jacobo Bajarlía

BRINDIS

a Primavera y Gabriel Eduardo
en esta mesa del bar, bajo el bullicio, cuando la luna arroja los signos de seres cósmicos diluidos en la asepsia

Brindo por los que se jugaron a cara o cruz
y hallaron el abismo,
por los hombres y mujeres que se fueron al amanecer
y reinventaron sus vientres en las ciénagas,
por los inextinguibles vendedores de sueños.
Brindo por los que murieron en Hiroshima
y se convirtieron en pieles voladoras,
por las manos que dieron la señal del vacío
y vieron al monstruo en Dallas,
en Memphis o en Buenos Aires.

Brindo por los que lloran,
por los que perdieron sus ojos,
por los que extraviaron su voz en las tinieblas
y desaparecieron en Vietnam,
en Biafra o en Nigeria,
por el Sermón de la Montaña
y la justicia en el gesto,
por Lautréamont que odiaba los gemidos,
por Saint-Pol-Roux, quien al acostarse
ponía un cartel en su puerta
que decía: El poeta trabaja.

Brindo por el Poverello de Asís
que festejaba al hermano lobo.
Algo se detiene en mis ojos.


Brindo por los que se perdieron en la luz
y no hallaron las palabras.

Brindo por mis hijos
que un día se sentarán en esta mesa repetida
para devorar sus lágrimas
y por los hijos de mis hijos
que vivirán en una galaxia lejana,
intoxicados de espacio.

Brindo por los tristes
que arañan las entrañas del planeta
y cavan las raíces del hombre,
por Neferkeptáh que fue disuelto en el aire,
y por Gilgamesh que perdió la inmortalidad.

Algo se detiene en mis ojos

donde veo el hambre,
la noche que se oxida
y el sexo que se pudre en las probetas.

Algo se detiene
cuando los que tienen sed reciben un lanzazo
y los átomos gangrenan los planetas.

Algo se detiene
y brindo por Lucifer,
ya viejo y derrotado,
por los hambrientos que vendieron el alma,
por los ojos de los muertos
que transitan en los ataúdes,
por todos los que habitan en mi sangre
y crecen en mis ojos.


Juan Jacobo Bajarlía (1914-2005). Poeta, escritor, ensayista, dramaturgo y periodista nacido en Buenos Aires, donde falleció. Uno de los impulsores de la vanguardia poética en la Argentina. Dirigió la revista "Contemporánea" y fue colaborador de "Cultura y nación", suplemento literario del diario "Clarín" en la década de los 80, de la "Gaceta de Tucumán" y de "La Prensa". Faja de Honor de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) llegó a ocupar la vicepresidencia en uno de sus períodos. Junto a Edgard Bayley y Gyula Kosice, entre otros, formó parte del Movimiento de Arte Concreto-Invención. Supo usar el seudónimo de John J. Batharly cuando publicó novelas de género policial ("El endemoniado Sr. Rosetti" e "Historia de monstruos", entre otras)."Era en poesía un fino extremista, un fundamentalista", anota un comentarista y crítico de su obra. Algunos de sus poemarios: "Estereopoemas", "La Gorgona", "El poeta y el exilio".

19.9.08

Liliana Mizrahi

LO MATAN A UNO SIN AVISARLE

Para Reneé Epelbaum
madre de Plaza de Mayo y amiga

nunca imaginé tanta facilidad para matar gente

los vivos desaparecieron
los tiraron aquí para enfriarlos

aparecieron

y los muertos que matamos
pasaron volando como los pájaros

parecíamos ir al paso
el cuerpo adelante
y la frente para arriba

horas de caminar arrimados
en la soledad de esta llanura

arrastrando la esperanza
con la respiración en un hilo

pampapurapampa

el cielo se desfonda
rebota contra la tierra
infama el amanecer

bajo una lluvia de bastonazos

el día de la masacre fue la señal

la historia se vino al trote con la soga al cuello
arrastrando mujeres
hombres
niños

niños viejos
que caminan sobre las manos
y los miramos pasar
o no los miramos

hasta que llegan los que traen
descolgadas las cabezas

o les cortaron las manos

la gente pierde la vida dejándose caer
bajo el diluvio de pierdas

el camino les fallece
y el miedo no deja dormir

la fiebre nos enrevesa a todos

metieron candado a gusto

tacharon nombres
nos machacaron los dedos
derrocaron la plaza
y ahora nos masacran

destechan casas
paredes
para vigilarnos

matan gente

nos van a empedrar
las plantas de los pies
para que nos demos cuenta de la orden de desalojar

porque sobramos
en esta vida que nos dan

vida de un solo surco
rajada de fallas
matorrales
grietas

"no es todo" (digo yo)

¿y el olor de la gente que el aire acerca?

huelo el horizonte
hasta una barranca de viento

hay gente acá
y allá
gente como uno
que se asoma al cielo
estira bien los ojos
hasta que el sol los alcanza

nunca imaginé tanta facilidad
para matar gente

cuando el coraje de ver se acomoda
veo todo en su lugar
la tierra que desaparece con el hambre

tanta y tamaña tierra
deslavada
envuelta en soledad

tierra que soy yo

una raíz de nada
ni la sombra de un árbol
ni una gota de agua

un poco de lluvia
y nos devuelve la conciencia

llover
lo que se dice llover
para no quedarnos sin sangre en las venas

volvemos a caminar
hasta ser este nudo
de pellejo desmadejado que somos

caminamos
para ver si algo se mueve
retoña
y levanta la tierra

pampapurapampa

caminamos zurciendo y remendando
remendando y zurciendo

para que no se nos caiga
la esperaza

con el miedo nos viene la memoria y las caras
de los que no pudieron escapar

resecos
achicados
nos aplastaron

creímos en este camino
este derrumbadero sin orilla
pero se nos perdió el rumbo

y "
¿adónde fuimos a parar"?

camino baldío
que palpo con las manos

es mi tierra
soy yo la hora de llegar
antes

y le gano a la oscuridad

un grito
como un trueno
se deshace en voces agotadas

con un ruido igual al agua crecida
sube hasta nosotros
amuchados en tumulto
y alineados

porque lo matan a uno sin avisarle




Liliana Mizrahi (1943). Poeta y ensayista nacida en Buenos Aires. En 1983 obtuvo el premio de la revista "Amaru", y en 1995 mención de honor del Fondo Nacional de las Artes entre otras distinciones. Acerca del poema aquí reproducido, dijo Diana Paris: "[...] Es la agonía kafkiana de sentir un juicio incomprensible que atormenta hasta la desesperación. Esa pampa es Auschwitz, la Argentina de los años 70, es Irak hoy, es Latinoamérica en llamas". Publicó los poemarios: "Los mágicos juegos", "Bautismos y fundaciones", "Hembras del ave del Paraíso", "Quién me mató madre".

25.8.08

Edgar Bayley

UN SOL

No hay una naranja perfectamente redonda
No hay un día perfecto
Hay un sol para los que han peleado
contra las sombras
sin rendirse jamás
de noche
de día
a orillas del lago
bajo el sicomoro y el sauce
entre las rocas y las anémonas
Para ellos hay –habrá- un sol
porque han peleado contra las sombras
contra su propia oscuridad
su turbia lámpara
su ignorante desgano
Para ellos

habrá un sol
pero no hay
no habrá nunca un día perfecto
una naranja perfectamente redonda


Edgar Bayley (1919–1990). Poeta, ensayista y dramaturgo nacido en Buenos Aires, donde falleció. En 1944 se contó entre los fundadores de la revista "Arturo" y de la Asociación Arte Concreto-Invención. Junto a Raúl Gustavo Aguirre, Rodolfo Alonso y Joaquín Giannuzzi, estuvo entre los primeros del Grupo Poesía Buenos Aires. Como ensayista escribió dos importantes trabajos relacionados con la creación poética: "Realidad interna y función de la poesía", y "La poesía como realidad y comunicación". Dice Guillermo Ara: "El verso de Edgar Bayley trae una relativa originalidad: la forma se da liberada no ya de rima y medida sino de puntos y comas, con total desentendimiento de motivaciones afectivas, y un agolpamiento de imágenes fragmentarias, cercanas –aunque no lo buscara- al caso enumerativo y delirante que por entonces instauran los surrealistas vituperados". Poemarios: "En común", "La vigilia y el viaje", "El día" y "Alguien llama", entre otros.

Julio Félix Royano

NEANDERTHAL

A Bernardo Verbitsky por su "Megatón"
desde otra orilla de la misma pena.

Muy bien, hablemos claro.
Alguien ha dicho
que las armas atómicas podrían
deshacernos a todos.
A todos no: a unos cuantos
y eso,
según parece, es malo.

Mucho más malo que antes
cuando morían esos cuantos
y los demás seguían a través de sus tumbas
bebiendo el hidromiel y procreando
y amparando a las viudas y violando a las hijas
de aquellos cuantos.
Y eso, según parece,
no era tan malo.

Pero ahora, con las armas
que nos hemos dado
ya no se puede controlar la destrucción
ni la dirección del estrago
y sin control, podría destruirse
lo que siempre fue salvado
-habrá que esperar que se erijan nuevas casamatas
para resguardarlo-.

Es decir: nadie garantiza
que mueran sólo unos cuantos.
-Señor habrá que pensar
que hasta ahora morían los predestinados
y que no fueron elegidos
por método democrático.

Hablemos claro entonces;
tratemos de hablar claro
y hagamos lo siguiente
para ser prácticos:viajemos a lomo de mula:
el enemigo puede haber minado
astutamente las vías
en varios tramos.
Tengamos el máximo de continencia
cuando bebamos:el enemigo podría lanzar bacterias
en jagüeles y estanques y represas y lagos.
Tratemos de no tratar
con quien no sea de su agrado:
el enemigo tiene pocas pulgas
y muchos secretos macabros.
Desautoricemos nuestra historia
en eso de los granaderos a caballo:
podrían haber muerto gentes de bien
peleando contra maturrangos.
Pongamos un chasque que avise al enemigo
de todos nuestros pasos
para que no se irrite con sospechas
y no sospeche porque está irritado.

Señor, podríamos pactar con él
aunque no sea muy amigo de cumplir con los pactos.
Podríamos mellar el filo de las armas
de nuestros aliados
y dejarle plantar algunas viñas
en nuestros campos.
Y fijarnos cómo fabrican sus tiendas y sus ropas
para imitarlos
-esto, seguro, los halagaría;
esto tiene que halagarlos-.
Y podríamos ofrecerles algún sacrificio
sobre nuestro mismísimo fuego sagrado:
quizás algunas doncellas o mancebos
o algunas impetraciones y cantos.
O aceptar la fe de sus sacerdotes
porque saben muchos trabajos útiles y prácticos.
Podríamos premiar a nuestros jóvenes talentosos
con parcelas y ganados
para que los transmitan a sus hijos;
eso los tiene que alegrar: muchísimo tiene que alegrarlos.

Señor, lo importante es no morir todos;
lo importante es ir tirando.
Al fin, galleta no nos falta,
ni mate amargo.

Todos no. Todos nunca, Dios mío:venga a algunos tu amor en este sobresalto.
Antes, al menos no sabíamos cuáles
cuando eran unos cuantos.

Podríamos fumar la pipa de la paz
y consultar el oráculo
en el vientre del ave
para ir tirando.
Y cazar animales de piel suave y carne apetitosa
en paz, con ágiles venablos.
Y pintar en la piedra con vistosos colores
cada cual lo que quiera ver pintado
-mientras le sobre tiempo luego de la caza
o quieran mantenerlo los más afortunados-.

Y podríamos, en paz, aventurarnos por las nieves
y en la Patagonia de vientos rasos,
hacer como las plantas que se agachan
para no descuajarse al enfrentarlos.

Y arrastrarnos astuta y voluptuosamente
con pies y manos…

Pero el hombre de Neanderthal, Señor, no nos querría.
Porque él era curioso, progresista y dramático.
Y salió al campo y lo comió una fiera.
Y subió a un monte y lo deshizo un rayo.



Julio Félix Royano (1928). Poeta y escritor nacido en la provincia de Buenos Aires, donde reside. En 1970 fue secretario de la SADE. Colaboró asiduamente en la revista "Ateneo", en los diarios "La Nación", "El Nacional", "Clarín", los periódicos "Propósitos", "Principios", "Nueva Vida", "Pueblo Argentino" y en distintos medios de la zona sur del gran Buenos Aires. También fue un activo formador de peñas literarias y culturales, principalmente en la localidad sureña de Lanús. "Destacan en este poema, como en otros de su producción, la contundencia del mensaje político y la originalidad con que está expuesto, así como la impecable realización. Cuando el poeta es auténtico, sus profecías siempre terminan por cumplirse, como triste y certeramente ha ocurrido en este caso", comenta Haydée Breslav. Libros de poemas: "Canto provisorio", "Animal de presa", "Mururoa" y "Lunes de Dios", entre otros.

9.8.08

Santiago Espel

V - LA HORNALLA (DE: VULGATA)

La noche entra por la ventana
y se sienta en mi cocina
como una vieja conocida.
Sube el aro del fuego
y transfigura las sombras
en los azulejos blancos:
el bisonte corre por la llanura.
Miro los juguetes del río
en la pileta:
la cacerola escorada
el discurso trunco
el mate lavado
la vecina de los Rosales
las plumas del gallo sangrado.
El fuego me alarga su mano
crepitante, íntima en la sombra.
Una mujer duerme
y tiene la cara
como una fruta abrillantada.
Por la claraboya entra la luna.
Los símbolos amados de lo cotidiano.
¿De qué estaba hecha la materia del discurso?
¿Qué sustancia tenía la ilusión de la gente?
Yo hago pasar a la luna a los pasillos de mi casa.
Mi casa es como un barco chirriante, sin goznes,
un arpegio de tormentas y supercherías astrales;
yo hago pasar a la luna en sus estribos de luz,
de noche, sola, arrítmica, de canto, lomo de pez,
como esa sopa o agua bendita prometida...
deberemos colgar a Noé, al viento de las once,
deberemos ser pacientes, imbéciles como becerros/
Mañana, otra vez, el presidente dará el mensaje,
a las once, aunque el pescado, se dice, siga sin vender;
mañana será el gran día; el agua, calma, la sopa, bendita/
Los vecinos andan atareados de chusmerío,
intercambian, trafican con prisa paquetes
de azúcar, fideos, conservas, velas, perecederos;
en los pasillos, asomados a las ventanas, en las mirillas,
se dan con alevosía al pronóstico, mañana sí, mañana,
repiten, ángeles tardíos, mañana, trajinan,
y cuchichean la sopa, a las once, el agua bendita.../
Mañana a las once el presidente tendrá otra oportunidad;
se lo verá con el bisonte detrás, la llanura, la bandera.
Subo el fuego de la hornalla y cuento mi salario poco;
escupo con el caballo mi kerosene, mi indio,
soy esa agua que hierve y quema mi nido adentro;
la bronca es una serpiente que trepa y se enrosca
en mi cabeza, como la laboriosa, sibilante y callada.
Dónde estaré mañana a las once cuando el presidente/
/se venderá el pescado del km.120 a las once cuando/
De a poco se va apagando el chismorreo vecino;
se cierran sin gala las persianas; andan los gatos;
sopla el viento del río y trae el óxido obsceno,
el tambor, el rojo gallo partido, el pico, la sed.
¿Dónde ir con la luna redonda que pesa en la espalda?
¿Dónde liberar los contornos presos de la penumbra?
¿Cómo reflotar las ollas encalladas en la pileta sucia?
¿Pinchan las aristas del discurso, si toco, si pruebo?
Usted lo sabía...pez...vamos.../
/¿y ahora...? no se haga...!
Cuando sean las once...?!
¿Qué hará?, dónde, conteste.../
Una mujer duerme abrillantada por la luna.
La corona de la hornalla alza la cocina.
Corre el bisonte por la llanura de su sombra.
La noche es un encaje de tramas vegetales.
Algo más que mi alma se alza frente a vos.
Sube la bronca y es un turbante en mi nido:
la araña anuda su indio malsano de ponzoñas;
teje la bordadora su baba lerda sin contorno.
¿Y si toco? ¿Y si pruebo? ¿Y si muerdo? ¿Qué?
Nada. Nada ni nadie afuera.
Ni un perro que ladre, Sancho.../
Y si mañana yo por ejemplo salgo y/
/¿qué dirá mañana que no haya dicho?
...fue lo que dijo o lo que no dijo?/
...fue cómo lo dijo o cómo no lo dijo?/
y si yo no digo pero por ejemplo salgo y
Saco el tapón de la pileta y el agua ronca
en su remolino de barbas, espumas y óxidos;
se sacude la olla sin sus aguas donde escorar
como resbala esta mugre estancada hasta su/
La noche entra por la ventana
y se sienta en mi cocina
como una vieja conocida.
Mañana/
mañana a las once
voy
a cerrar las ventanas
voy
a apagar el televisor
voy
a dejar el mate sobre la mesa
voy
a dejar la hornalla encendida
y voy
a salir/



Santiago Espel (1960). Poeta y escritor nacido en Buenos Aires, donde reside. Es director de la colección de poesía La Carta de Oliver. Integrante de la revista "Omero". Miembro del grupo La Sociedad de los Poetas Vivos. Faja de Honor de la SADE por su poemario "Rapé", obtuvo el Primer Premio de Poesía en el Concurso Nacional "Ramón Plaza". Daniel Fara anota que: "Santiago Espel se compara con el barón rampante, de Calvino, y se pregunta por qué descendió alguna vez, por qué para qué en qué momento/-bajé a tomar la leche-.".Otros libros de poesías editados: "Pavesas & muelles", "Cantos bizarros", "Isoca".

4.8.08

Antonio Requeni

OSCURO FUEGO

¿Quién necesita que yo escriba?
Sin embargo es hermoso
vivir por la belleza, aproximarse
al fuego oscuro en el que arde
la fiesta y el misterio de la vida.
Aunque a nadie le importe.
Brilla en la noche el verso
bello y desamparado
como un cuerpo desnudo.



Antonio Requeni (1930). Poeta, escritor, ensayista y periodista nacido en Buenos Aires, donde reside. Los primeros años de su infancia los pasó en Valencia, España, pero realizó todos sus estudios en la Argentina. Trabajó en los diarios "La Prensa" y en "La Nación". Obtuvo el Primer Premio Municipal de Poesía, el Premio Fondo Nacional de las Artes, el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía y el Premio Esteban Echeverría de Gente de Letras, entre otras distinciones. Es miembro de número de la Academia Argentina de Letras. Dice Sebastián Jorgi haciendo mención a la antología del poeta reunida con el título de "Poemas (1951-1991)":"Un sentimiento de complacida felicidad puede atisbarse en la poesía de Antonio Requeni, en la que el autor expresa la propia totalidad que enmarca 40 años de una apasionada entrega lírica". Algunos de sus poemarios: "Luz de sueño", "Camino de canciones", "El alba en las manos", "Umbral del horizonte", "Manifestación de bienes", "El vaso de agua".

31.7.08

Pedro Godoy

LOS PANADEROS

Somos nueve esqueletos demacrados de sueño,
que consumen los hornos en nocturnas faenas,

nueve sombras metidas en un sótano inmundo
ambulando debajo de las bombas eléctricas.

Con los torsos desnudos, tironeando la masa,
hechos ganchos los dedos por la ruda tarea,
al compás del resuello van y vienen con ritmo,
mientras cruje en la hornalla la brazada de leña
y el silbato alcahuete del gendarme, en la esquina,
hace ronda en el sueño de la casa burguesa.

Laboramos la harina que mañana, allá arriba,
de pancitos calientes llenará la vidriera:
los pancitos rosados como caras de niños,
que estarán entre espejos y papeles de seda.

Y después...
otro esclavo en un grave repartir reverencias
que le ganan limosnas, servirá entre sonrisas
en los grandes hoteles, con bruñida bandeja!


Pedro Godoy (1900-1986). Poeta nacido en Buenos Aires; vivió los últimos años de su vida en una carpa en Mar del Plata, muy cerca de Barranca de los Lobos. Adhirió desde muy joven al pensamiento anarquista. Colaboró en "La Protesta" y otras publicaciones libertarias. Desempeñó diversos oficios: panadero, albañil, pintor de brocha gorda, cuidador de coches, y en su juventud fue croto. Se lo vinculó a los poetas sociales de Boedo y publicó en la Editorial Claridad. "Poeta en toda la dimensión de la palabra, conoció las miserias de la opresión y las persecuciones; siempre postuló la libertad, la vida sin prejuicios, el viento y la lluvia sobre su mirada; y una mujer a quien amar, una compañera que soñara junto a él. Lector de San Juan de la Cruz, se sentía más ácrata y solitario que nunca leyendo sus poemas frente al mar, frente a las olas, en la playa, solo y múltiple", anota el poeta Carlos Penelas. Publicó: "A cara o cruz", "Vidrio de punta", "Brocha gorda", "No hay lemas" y "Milonga de los caminos".

21.7.08

Claudio Ferraris

PIBE

se fuma el filtro
se deshilacha la voz en las esquinas
se moja la lluvia cuando todos huyen
se descalza porque sus pies son las veredas
cuenta las monedas que cambió por estampitas
a la hora que la calle es un baldío
un poco suya, del diariero y de la luna
sus ojos rojos
amarillos
verdes
se los dio Baires una reina prostituta
príncipe del hambre en plena democracia
no creo que su vida inspire en él ningún poema.



Claudio Ferraris (1956-¿1977?). Poeta nacido en la ciudad de Buenos Aires; secuestrado y desaparecido en dicha ciudad en 1977. Estudiante de Letras, se desempeñó en la editorial Granica y posteriormente en los talleres del diario "La Opinión". Junto con Juan Pablo Móbili publicó "Poesía de mimeógrafo". Es el suyo un decir de urgencia donde se aborda lo social descarnadamente, sin intención –ni tiempo- para un trabajo de orfebrería poética. No dejó libro editado.

8.7.08

Juan Carlos Talbot

MI VECINO RIEGA EL JARDÍN

Las seis, la tarde. Un corazón rosado
sobre un cielo color de primavera,
se aposenta en el alma de la calle.

Abandonado el libro, un viento a vino,
a cordial bienvenida, a primeros azahares,
me traslada.

Doña Carmen saluda, mas sospecha
que tengo no sé qué de ideas raras,
porque un día le dije de la iglesia…
y otro día le hablé del sindicato.

La rubia me saluda también,
como a un objeto más dentro del barrio
porque se va al encuentro
de un muchachito pálido
que se me antoja un niño.
Tan viejo debo estar, según parece.

Entre las verjas, entre verdes gastados
y limones robustos,
entre plantas guardadas con embudos de lata,
mi vecino riega el jardín.

No puedo imaginármelo de otra manera,
en otra posición, en otro gesto;
el cigarrillo y la boquilla enhiesta,
su interés cansado por el caer del chorro,
regando su jardín a cualquier costo.
En el mundo ocurren otras cosas
infinitas o bellas
o trágicas y absurdas.
Se inician guerras, se terminan panes,
se pone en marcha el hombre en el espacio
o se queda encerrado en una mina
para siempre.
Se bota un submarino, nace un ave,
se gana un campeonato,
se suicida cualquiera,
crece un gesto capaz
y marcha el canto.

Y mi vecino mira su manguera.

Me lo imagino a veces
regando el Everest,
espulgando araucarias
o sacando parásitos de un cactus,
bajo el sol de Arizona.
Y no puedo adherirle transistores,
plataformas políticas,
donaciones de sangre,
carburante de estrellas
ni cheques de viajero.

Mi vecino es así:
termina en su manguera,
en la boquilla,
en los zapatos húmedos,
en la tarde, a las seis,
bajo un cielo color de primavera.



Juan Carlos Talbot (1923-1990) Poeta. Radicado de pequeño en Lanús, provincia de Buenos Aires, donde falleció. Apasionado promotor cultural y organizador de encuentros literarios, fue director de la revista "Ateneo" y cofundador del Gupo Editor Mensaje. Colaboró en periódicos y revistas del conurbano bonaerense y de la Capital Federal. Obtuvo el primer premio de poesía en el Instituto Cultural Argentino-Mexicano. "Ideado en los comprometidos años ’60, el protagonista del poema se aparta de los arquetipos de la época –héroes o villanos- y prefigura más bien el cerrado individualismo y la tan mentada anomia social de nuestros días. Contribuyen a la vigencia del texto su fluidez y amenidad, así como el toque de humor que acentúa la justeza de la observación y le quita tiesura al mensaje", apunta Haydée Breslav. "Reflejos", "Sala 14", "Claros rincones del suburbio" y "Regreso a la canción"
son sus libros de poesías.

7.7.08

Gabriel Chaparro

POEMA DE ACERO BLANDO

(A los padres trabajadores de la ex SOMISA,
que estuvieron alejados de sus hijos.)


Pinchado el corazón,
en el turno noche,
tenía pinchado el corazón.
Pero yo besaba igual
a la distancia
tu tibia piel dormida,
e intentaba saber
en qué rincón del mundo te parabas.

Sabía que era el llantito descalzo de una cuna amarilla,
el mimando preferido de una perrita guacha
que se agregó en la casa
y te cuidaba el sueño.

Eras un cachetazo rojo ensangrentado de dolor;
por eso supe siempre que tus ojos eran algo diferentes,
que tenían otra cosa,
que se hicieron de algodón.

No sé si mamá te hablaba de mí,
de mis cansadas horas extras al cincuenta.
No sé si ahora te molesta que te toque,
no sé si me escuchás cuando te hablo,
no sé si tenés fiebre,
si te duele la panza, el pecho o la existencia.

Sí sé,
que sos un barquito de cáscara de nuez
hundido en la zanja del vecino,
un barrilete que se suelta,
que navega hasta el infierno del sol,
que se pincha con un rayo
y cae de punta en el baldío de tu infancia.
Yo voy a verte corriendo,
y observo que tenés quebrada la caña de tu esqueleto vertebral,
y sos ahora un puñadito de papel e hilo choricero
atado a tus manos y a tus pies;
y caminás rengo por el pueblo
con un padre ausente,
ayer,
en el trabajo.


Gabriel Chaparro (1964). Poeta, escritor y periodista nacido en Arroyo Seco, provincia de Santa Fe; reside en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires. Integró obras poéticas conjuntas; en 1992 formó parte de la "Segunda antología de la poesía nicoleña". La voz de Chaparro no necesita de temas "poéticamente trascendentes" para elaborar su decir, por el contrario, convierte en trascendentes temas cotidianos de luminosa humanidad. Poemario: "Los robos de SOMISA".

Alfredo Omar Busch

POEMA I

Todas las noches orino en frágiles vidrieras
y todas las noches siento este grito de sal en mi garganta,
este grito de sal sin Cristo y sin paloma,
este grito de sal, o pájaros, o nubes, o violentas pestañas sumergidas
entre una angustia de tréboles o estrellas;
todas las noches orino delante de los peces y la luna
porque me siento latir entre podridas magnolias o en un destierro de grises calaveras,
porque me siento latir entre oscuras palabras derribadas
por un aire de azúcar y azucena,
porque me siento latir entre rojos murciélagos de angustias
o en asesinados gestos de heliotropos.

Todas las noches orino entre manzanas y ataúdes
por un tiempo de amor que no ha llegado,
por una clara paloma sin luto cotidiano,
sin tragedia, sin nombre, sin ortiga,
sin cuchillos ni muertos, ni pestañas;
por una clara paloma de harina y candelabro
y cintura de amor y manos sin otoño.

Oh lento maldecir y padecer y amar
una agresión de llanto sin mejilla.


Alfredo Omar Busch (1931). Poeta y periodista nacido en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, donde reside. Fue integrante del Grupo Bonaerense Arroyo del Medio.Intervino en obras conjuntas ("Doce poemas") y en distintas antologías ("Primera antología de la poesía nicoleña"), son algunas de ellas. La poesía de Busch es un humano grito esperanzado en medio de inhumanas oleadas de zozobra. Poemarios: "Las nostalgias" y "El libro de los amuletos", entre otros.

26.6.08

Elisa Dejistani

BLUES DEL CAMINANTE

Vórtices
que incendian los astros
en laderas
por donde se escapa
el poema nunca escrito
sobre la púrpura
de una herida que no cierra
Vórtices
de un cielo
que confiesa sus temores
en granizo oblicuo
Esa niebla roja envuelve
a los militantes
hasta llegar al extremo
Vórtices
de un grito momificado
Posiblemente anuncios
o señales
apenas perceptibles
El futuro chorrea
sobre las fronteras


Elisa Dejistani. Poeta, escritora y traductora nacida en Buenos Aires. También es artista plástica, y como tal fue miembro del Consejo Directivo de la Asociación Argentina de Artistas Escultores. Actualmente es corresponsal de publicaciones latinoamericanas que se editan en Roma, donde residió. Su poesía, acaso por la cercanía a la escultura que también aborda la poeta, está tallada a golpes de palabras precisas y contundentes. El CD "Contrastes" y los libros "Misteriosa magia", "Exilio para no morir", "Disonancia del bronce en Makhac-kala" y "Con el sol en las manos" son sus poemarios editados.

9.6.08

Alejandro Schmidt

24 DE MARZO DE 1976

yo estaba en una pensión en Tablada al 40
yo dormía
yo me levanté a las 4 de la mañana
y encendí la radio
yo escuché : Comunicado número tanto
y una música maravillosa
me quedé quieto
atento al orden de los comunicados
a esa voz de la patria
a las 6 se fueron levantando los compañeros
yo me asomé al balcón
un colimba me miró desde la
esquina
se veían tanques en el puente
yo miré para el otro lado
al Mercado, a los camiones
yo no tuve miedo
yo no hice nada
ni entonces, ni después
yo no era nadie
yo vivía colado ahí
los muchachos trabajaban en el Mercado
yo leía a Gurdjieff
yo vendía la guía de Córdoba
en la Cañada
yo andaba pelado y descalzo
yo tenía un suegro militar
yo tenía 21 años
yo tenía un bolso y un cepillo

yo tenía todo el fracaso que llegó
yo tenía que ir hacia la nada

y allí fui..



Alejandro Schmidt (1955). Poeta y periodista nacido en Villa María, provincia de Córdoba, donde reside. Se desempeñó como periodista cultural en radios y diarios de su ciudad. Entre 1982 y 1985 fue codirector de las revistas literarias "Luna Quemada" y "Huérfanos"; entre 1987 y 1991 dirigió "El gran dragón rojo y la mujer vestida de sol". Fue presidente de la Asociación Comunitaria de la Biblioteca Popular y Municipal "Mariano Moreno", y secretario de Derechos Humanos de la CTA (Central de Trabajadores Argentinos) sección Villa María. Ha obtenido premios internacionales, nacionales y municipales. Su obra fue traducida al inglés, italiano y alemán. Poeta de palabra vigorosa que deja emanar en versos sin retórica y de preciso significado. De su extensa obra poética publicada citamos: "Clave menor" "Tajo en la piedra", "Arder", "En un puño oscuro", "Silencio al fondo", "Esquina del universo", "Oscuras ramas".

26.5.08

Susana Lizzi

ARTESANÍA NOCTURNA

1


No encuentra a nadie a veces
y es ridícula estaca adolorida.

Los pulmones respiran aire de escasez,
los números no dan.
¿Quién va a hacerse cargo del bocado,
del té,
del guardapolvo
del gas o de la leña,
quién va a dejar la moneda en la canasta de la iglesia
quién va a poder tomar la comunión este domingo
a los nueve años
si ella se queda ahí
parada

sin cruzar la estupidez de su noche sin venta?

"Dios mío

que llegue un cliente
aunque sea uno."

2


Un bar en la costanera
es ochava de luz apaciguada.
La tardecita acaricia
el lomo del asecho.
Puntual serpeo es su andar
profesión
aprendida a la fuerza
empujada por dentro y por fuera
y por fuerte y por frágil.
¿Sabe que la noche es una ojera perfecta para sus días
y que las flores exhalan un aliento a eternidad?
¿Ha visto cómo la luna se amontona entre los rulos vegetales?
¡Qué va a ver!
si ahorró atención para reconocer los ojos que la buscan,
o el gesto aborrecido latiguear en el surco de su tristeza
sórdido gesto aprendido en el hartazgo
que ni siquiera la espanta
porque es su pan
y su vino
y su orfandad.
Casi no queda un día de su vida
en que no haya cometido un olvido.
Bendita sea la desmemoria.

3


Brilla su piel bajo la luna.
Tumbada en ese patio
entrega su rotura como un cadáver.
"Este mundo está podrido
y yo voy junto con su carroña
deslizándome"
piensa

pasando su mano por un cuerpo que la tiene sujeta
como si fuera a perderse en el río de negrura
donde los dos corren sin poder reconocerse,
sin remos, sin barca,
quizá
sin ellos mismos.


4


La noche horizontal le camina por el vientre
la oscuridad conversa con su cintura.
Tendida sobre dedos desconocidos se queda como un árbol
llena de ramas
y de hojas
y de flores
…¡horizontales!


Susana Lizzi. Poeta, narradora y docente nacida en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, donde reside. Es profesora de Lengua en la Escuela "Pablo G. Haedo". Coordinadora de talleres literarios virtuales y presenciales, produce la página "Enfoque Educativo" en el diario "El Día" de su ciudad. Fundó la SADE seccional Gualeguaychú de la que fue su primera presidenta. Ganadora de numerosos premios, actuó como jurado en certámenes literarios. Organizó varios encuentros de escritores y recitales de poesías. Colabora en revistas literarias nacionales y regionales. Fue conductora de programas culturales radiales. En 2001 dio a conocer su libro de cuentos "La telaraña". La poesía de Lizzi evita toda vaguedad; refractaria al pintoresquismo, su verso se nutre de la condición humana, y no pocas veces lo hace con sus aristas más dolorosas. Su obra poética se dio a conocer en varias publicaciones, pero aún no tiene poemario editado.

María del Carmen Nucci

SOY

Soy carne y sangre
de inmigrantes,
crédula de afectos,
tozudamente ingenua,
una niña perennemente enamorada,
subyugada por estrellas y relámpagos.

Soy
un destello,
la luz de una luciérnaga distante,
una boca condenada a no callarse,
un hijo pródigo
volviendo siempre
al hueco natal
de la nostalgia.


María del Carmen Nucci. Poeta. periodista y educadora nacida en Las Parejas, Santa Fe, y radicada desde muy joven en la provincia de Formosa. Fue maestra rural y es una activa difusora cultural. Su obra poética integra los libros compartidos "Poemas de nácar y coral" (1971), "Tiempo de cantar" (1972) y "Tierra abierta a la flor" (1986). Dice Van Bredam: "La poesía de María del Carmen Nucci se caracteriza por el verso libre, rítmico, por momentos coloquial; su temática es la cotidianidad teñida por la nostalgia". Aunque no es inédita, como hemos reseñado, no tiene poemario editado de su autoría.

19.5.08

Horacio C. Rossi

*
Por la vasta intemperie la perplejidad cunde

como un viento de mugre opacando los ojos.
Los esfuerzos que parecen inútiles se nos tragan las ganas.
Y quedamos mirando sin ver, aturdidos y tristes.

¿Qué le toca al poeta decir?
Acompaño. Anoto cotidiano
el diario de la marcha insatisfecha, que seguimos andando.

¿Decir? No estamos solos. A veces vamos juntos.
Siempre llegan los nuevos
con su abrazo y su beso para el canto.

¿Decir? Los populares refranes de la lengua.
Otra vez.
El sol sale, y la luna.
La lluvia pondrá verdes la tierra de los campos y la memoria,
lavará la ciudad.
Humana, o nada.
Escribiremos ahora el próximo poema, de nuevo,
por primera vez. El mismo.

¿Decir? La verdadera casa es el amigo.
De esa ilusión me visto y desayuno, la comparto y recibo
y sigo andando.

¿Decir? Que aquí soy,
donde estamos,
tan como siempre.


Horacio C. Rossi (1953-2008). Poeta y escritor nacido en la provincia de Santa Fe, donde falleció. Participó en la fundación de SADE Santa Fe, y junto con Gastón Gori del grupo literario "Tupambaé"; también lo fue del grupo literario "Mainumbí". Varias veces jurado en concursos nacionales y provinciales, en 2000 llevó adelante el programa "Nuestra herencia cultural" por Radio Nacional Santa Fe entre otras actividades. En el prólogo de "Lambrusco", dice Alfredo Di Bernardo: "... una novela escrita por un poeta que no se disfraza de narrador, sino que sigue siendo poeta en cada página. [...] Si algún rótulo le cuadra [...], tanto por su forma como por cierto contenido que el autor libera entrelíneas, es el de ser una obra profundamente subversiva. A tal punto que cabría conjeturar si acaso, más que de una novela, no estamos en presencia de un extenso poema novelado". "Del aire hallado" y "La pluma de polen" son dos de sus libros editados.

14.5.08

María Rosa Lojo

EN LA LLANURA

En la llanura la vida es un manojo de hilos sueltos.
Una sombra que vuela como la flor del cardo, sin detenerse para siempre
En ningún sitio.
No hay nada que esperar en esta tierra
Donde las casas son frágiles como castillos de naipes
Y la voz de Dios se oye deformada y lejana
Como si llegara a través de un gramófono muy viejo,
O de una radio que transmite mensajes en una lengua indescifrable.
El viento borra también esa voz.

El viento borra todas las memorias depositadas por un instante
Sobre las sementeras y los pajonales
Como si nada pasara,
Como si nada hubiese pasado nunca en ese país de los ganados y de las mieses
Con ejércitos de niños pordioseros en las orillas de las ciudades.

Sin embargo al atardecer, cuando el sol se derrite y gotea sobre el mundo,
la pampa se hace traslúcida como el vidrio de una ventana,
se dejan ver
los yelmos inútiles y las espadas de óxido
los pies que se extraviaron en el falso camino de la Plata,
las espuelas nazarenas y las botas de potro
los fusiles, las lanzas y las carabinas,
las mantas con dibujos del sol y de la luna,
los uniformes azules y los ponchos rojos,
los anarquistas y los bandidos y los santitos ajusticiados
y los otros, los que nadie vio morir en ninguna parte
que llegan en busca de su nombre y de su sepultura
Nadie duerme en el descanso eterno.
Son bellos insomnes, que brillan en una caja oscura de cristal
Caminando a lo largo de la noche radiante.
Luces malas, los llaman.
Avanzan en procesión por la pampa redonda
Llevan sus propios huesos encendidos como cirios.

Desaparecen cuando llega el amanecer.
Desaparecen como si nunca hubieran existido
A esa hora en que la pampa se derrama en el cielo.
A esa hora en que el cielo es un abismo devorador de hierbas y de leguas.
Entonces camino por la superficie de la tierra azul,
alucinada por las grandes claridades
Y el cielo es una tela incandescente hecha de puntos que titilan

Son los ojos sin párpados de los muertos
Los ojos que reflejan sus pupilas quemadas contra la bóveda del aire
Los ojos que nadie ve, que nadie recuerda,
Porque ellos hacen la luz que nos ilumina.



María Rosa Lojo (1954). Poeta y escritora nacida en Buenos Aires, donde reside. Doctora en Filosofía y Letras (UBA), es profesora del doctorado en la Universidad del Salvador. Se desempeña como investigadora del CONICET.Colaboradora permanente del suplemento "ADN" del diario "La Nación", obtuvo entre otros premios: Fondo Nacional de las Artes en cuento y en novela, Primer Premio Municipal de Buenos Aires "Eduardo Mallea" y Premio Kónex a las Letras (1994-2003) Su poesía destaca por su fuerte contenido identitario. Se citan sus poemarios: "Visiones", "Forma oculta del mundo", "Esperan la mañana verde".

Matpec - Hosting, Diseño Web y Multimedia
RelojesWeb para Pisos!
Emoticono Bandera Argentina